El Observatorio de Derechos Humanos denuncia las dificultades que tienen los llamados bicitaxispara desarrollar su actividad.
El exceso de restricciones por parte de las autoridades limita un mejor desempeño de estos trabajadores por cuenta propia, quienes están además sometidos a una tributación que les deja poco margen de utilidades finales. Tal es el caso del camagüeyano Ángel Luis Barreto Valdez, quien fuera sancionado con una multa de 500 pesos a mediados de enero por supuestamente «estacionarse en un lugar indebido», según los inspectores gubernamentales.
Barreto Valdez plantea que el lugar asignado para desempeñar su trabajo no es comercializable, pues está alejado de la parada de autobuses, y prácticamente no consigue clientes; él paga sus impuestos y necesita gestionar viajes para poder ser rentable, por lo que se le viola su derecho de gestión comercial.