La anunciada huelga de los taxistas privados en Cuba no sucedió tal como hubieran deseado los propios choferes, al no tener un sindicato que los represente y pocas esperanzas de que sus reclamos se hagan efectivos muchos taxistas salieron el 27 de febrero a trabajar como un día normal.
Luis Martínez que cubre la ruta La Víbora-Vedado fue enfático: “Supe de la huelga pero debo hacer dinero porque tengo deudas e hijo que mantener, no creo que esta protesta le hagan caso, debo aprovechar”- expresó.
De igual manera fue visible la presencia de taxistas en varias de las avenidas más concurridas de la capital como Línea, Boyeros, 23 y Carlos Tercero, aunque algunos conocían de la citada huelga prácticamente no le hicieron caso y decidieron trabajar “ya que el dinero no espera y la verdad no esperamos que algunos de los reclamos sean atendidos por el Estado”, expresó otro en un tono pesimista.
A pesar de que los taxistas no están de acuerdo con los topes de precios impuestos por las autoridades su desarticulación como gremio es evidente. Habrá que ver si el gobierno decide apretar más las tuercas para ver si los taxistas reclaman sus derechos.