Sin duda alguna, mantenerse por 10 años como trabajadora por cuenta propia en Cuba socialista es una verdadera heroicidad. Es el caso de Martha Pareta Mola quien vende productos industriales en su catre situado en los corredores de la Avenida de los Mártires, próximo a la Plaza de Méndez, ciudad de Camagüey (Al Este de La Habana). En 10 años de labor nunca la habían requerido por ello y ahora los inspectores la multan con 100 pesos por dificultar, según refieren, el paso de los transeúntes.
A Martha no le duele tanto la multa en sí misma, sino el hecho de que con la multa le hacen sentir que ha violado la ley, cuestión de principios que ha guiado su conducta proba durante un decenio.
Consideramos que con este caso se evidencia una vez más el extremismo de que hacen gala los funcionarios que en vez de perseguir la corrupción ellos mismos la fomentan y solo se dedican a dificultar los intentos de los emprendedores por salir adelante.
31 de mayo de 2017.