Ernesto Acosta Puentes vive en la ciudad de Santa Clara (300 km al este de La Habana) e intenta ganarse el sustento como vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria (Actividad 17). Sin dudas es un trabajo importante ante la crítica situación de desabastecimiento alimentario que sufre la población de la Isla.
Ya es tradicional que cada domingo en la ciudad de Santa Clara se realice una suerte de feria agropecuaria en áreas del estadio de basebol “Sandino”. Pero, desde que este espacio está siendo sometido a una reparación; la feria dominguera fue fragmentada y distribuida por toda la ciudad.
En relación con lo anterior, existe una regulación de los Consejos de la Administración que limita la presencia de los vendedores de productos agrícolas en forma ambulatoria en espacios próximos a los lugares donde realizan la comercialización las empresas estatales. Y ahí es donde comienzan los problemas para Ernesto y otros trabajadores por cuenta propia como él. El espacio habitual de trabajo de Ernesto se encuentra ahora colindante con uno de los nuevos lugares de hegemonía estatal, por lo que no le queda más opción que moverse, abandonar sus clientes habituales o violar y estar a expensas de que lo multen.
Así, Ernesto fue multado por un inspector de la Dirección de Inspección y Supervisión del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) del municipio Santa Clara, por estancia próxima a Mercados Estatales.Con medidas como estas se dificulta el desarrollo de la iniciativa privada en Cuba.
Este Observador Económico considera que con un cuerpo legal, administrativo y político que respalda a esta estructura, el trabajador por cuenta propia, queda una vez más desprotegido ante situaciones como esta. Se viola su derecho a realizar la actividad económica aprobada.
8 de junio de 2017