Daniel Hernández López es un pequeño agricultor de la Provincia de Artemisa, Cuba y el pasado 22 de agosto del presente año se persona en la Dirección Municipal de la Agricultura de Artemisa para efectuar, por enésima ocasión, reclamación sobre la legalización de su vivienda construida, por su padre fallecido, antes del 1985 en la finca de su difunto abuelo.
Resulta que su único tío que al igual que Daniel siempre residió en la finca, no está de acuerdo con legalizar la vivienda. Alegando que si después la vende tendrán en la finca personas que no tienen nada que ver con la familia.
Daniel refiere que ha efectuado la reclamación a esta Dirección Municipal de la Agricultura, inclusive, en meses atrás fue a un Bufete Colectivo a que lo asesoraran y le dijeron que eso era un tema de la agricultura. De la misma forma lo trataron en la sede de la Vivienda Municipal. En fin no se le ha dado curso legal y no sabe a dónde se va a dirigir ni con que otro recurso cuenta.
En este limbo legal se encuentran cientos de casos de campesinos cubanos que no reciben la asesoría legal correspondiente y que se pierden en el entramado burocrático existente en el país.