El campesino Lázaro Quintero Salazar es propietario de la finca La Arboleda, ubicada en el municipio Artemisa de la provincia del mismo nombre al occidente de Cuba.
Lázaro es productor independiente y como cada año, tiene la producción de su cosecha de cultivos varios contratada con la base campesina. Este año cuando se dirige al centro de Acopio con el producto guayaba para su depósito, previamente coordinado con la base, le dan la categoría de tercera sin valorar la buena calidad del producto presentado por Lazaro que ya lo había preseleccionado en su finca. El fin del otorgamiento de tan mala categoría es pagarle al productor un precio más bajo por un producto que después es vendido como de primera categoría a hoteles y a la población en Mercados Agropecuarios Estatales.
El campesino Lázaro establece una reclamación ante la Dirección de la Empresa de Acopio Municipal y la respuesta es que tenían abarrote de productos y no tenían destino para este, sin tener en cuenta que hay mas Provincias para su comercialización. Que el andén lo tenían lleno y que ya las pérdidas estaban calculadas en un 40% de lo acopiado.
El campesino Lázaro no tubo más remedio que vender su producto de Primera categoría a Acopio a precio de tercera con una alta afectación económica para el y los trabajadores asociados a su finca. Es que el campesino Lazaro está obligado a cumplir con la producción contratada con el Estado y no puede venderle a terceros que sin dudas le pagarían al contado sus productos como de primera categoría.
Con esta denuncia estamos haciendo eco de las violaciones de los parámetros de calidad interpuestos por el Ministerio de Finanzas y Precios, de que son víctimas los productores agropecuarios independientes y los usufructuarios en los centros de Acopio, que es un órgano netamente Estatal que es el mayor intermediario y quien encarece los productos agropecuarios entre el productor y el consumidor.