El campesino Roberto Reyes Torres es propietario de la finca La Esperanza, ubicada en el municipio Artemisa de la provincia del mismo nombre en Cuba.
Roberto es productor independiente y como cada año, tiene la producción de su cosecha de cultivos varios contratada con la base campesina. Esta semana cuando se dirige al centro de Acopio con el plátano para su entrega, previamente coordinado con la Cooperativa de Créditos y Servicios, le dan la tercer categoría sin valorar la buena calidad del cultivo llevado por Roberto, que ya lo había preseleccionado en su finca. El comprador del centro de comercialización (Acopio) sin ver el sacrificio del productor para cosechar y transportar su producto le da una categoría que no esta de acorde y a su vez le refiere que si no esta conforme con el precio pude irse por donde vino alegando que el no tenia destino para esa producción.
El campesino Roberto establece una reclamación ante la Dirección de la Empresa de Acopio Municipal y la respuesta es que tenían abarrote de productos y no tenían destino para este, sin tener en cuenta que hay mas Provincias para su comercialización. Que el andén lo tenían lleno y que ya las pérdidas estaban calculadas en un 57% de lo acopiado.
El campesino Roberto no tubo más remedio que vender su producto de Primera categoría a Acopio a precio de tercera con una alta afectación económica para el y los trabajadores asociados a su finca. Es que el campesino Roberto está obligado a cumplir con la producción contratada con el Estado y no puede venderle a terceros que sin dudas le pagarían al contado su producto
Con esta denuncia estamos haciendo eco de las violaciones de los parámetros de calidad interpuestos por el Ministerio de Finanzas y Precios, de que son víctimas los productores agropecuarios independientes y los usufructuarios en los centros de Acopio, que es un órgano netamente Estatal que es el mayor intermediario y quien encarece los productos agropecuarios entre el productor y el consumidor.