Roberto y Ramón son hermanos carnales y se apellidan, Cruz Sánchez, de 15 y 17 años respectivamente. Los mismos perdieron recientemente a sus ancianos padres. Los fallecidos antes de caer en cama solicitaron un subsidio en el año 2015 el cual les fue aprobado para la reconstrucción de su vivienda, que fue afectada por un evento meteorológico.
Una vez cargados los materiales y traídos en un transporte alquilado por sus propios medios, comienza la obra. A los pocos días fallecen los padres de estos hermanos sin concluir la reconstrucción de la vivienda.
El consejo de Administración Municipal de Artemisa, al occidente de Cuba, determina retirar los materiales y estas 2 personas se quedan en la calle. En la actualidad viven en parques, aceras, portales y avenidas.