Extremadamente difícil se torna la situación de los Trabajadores por Cuenta Propia en la oriental provincia de Santiago de Cuba y de la población en general.
Tanto los propietarios, los trabajadores y los consumidores de las Cafeterías de Alimentos Ligeros ven cada día más limitadas sus posibilidades. Debido principalmente a las medidas impuestas por el Gobierno debido a la pandemia y luego arreciadas con la historia del Ordenamiento.
Testimonio de una Trabajadoras por Cuenta Propia, propietaria de una licencia que la acredita para ejercer la actividad de Cafetería de Alimentos Ligeros nos muestra la realidad. “…En muchas ocasiones hemos discutido en familia el hecho de entregar la licencia y cerrar la cafetería o de seguir vendiendo violando las leyes o como se dice vulgarmente “Por la izquierda”. Este tema en casa se discute todos los meses, luego de pagar los impuestos correspondientes a la licencia y la seguridad social. Sacar una y otra vez cuentas de los gastos generados y tratar de equilibrarlos a las ganancias recibidas. Incluso una trabajadora teníamos contratada, para prestar servicio de dependiente, tuvimos que prescindir de ella ya que no teníamos como pagarle Se torna muy difícil mantener un negocio que apenas da de que comer en una familia…”
Día a día se encarecen más los productos e insumos requeridos para mantener funcionando una cafetería. Esa es la razón fundamental por la que suben los precios de los productos ofertados.
La atención por parte del Gobierno a los propietarios de cafeterías en la provincia es prácticamente nula. Las ilusiones que se tenían con Mercabal (Mercado destinado a la venta mayorista a los Trabajadores por Cuenta Propia) se han ido por el inodoro. Estos mercados que iban a tener hasta el transporte para poder brindar el servicio de llevar hasta las casas estos productos, existen realmente en el oriente del país, pero no como fueron dibujados en la Mesa Redonda. Lo único que se oferta en estos Mercados en la provincia de Santiago de Cuba, es arroz, azúcar, frijoles y pasta cortas. Nunca hemos podido comprar aceite, existiendo en Santiago de Cuba una refinería de aceite crudo, embotelladora e incluso de esta industria se exporta este bien preciado y necesario para el hogar. Por mencionar otro producto fundamental en las cafeterías, que es la mayonesa, no existe. Sin embargo, en las tiendas en Moneda Libremente Convertible si la encuentras.
Por otro lado, el pueblo con toda razón se queja del alza de los precios. Tenemos que entender ambas partes.