Según la comunidad científica desde la génesis del homo erectus en África, el resto de la población mundial puede considerarse como descendientes de inmigrantes. En la actualidad, la emigración se ha convertido en fenómeno cotidiano, de forma general, de los países en vías de desarrollo hacia los desarrollados. Las razones de las migraciones son diversas: políticas, económicas, ambientales, situación de guerra, entre otras.
En el caso de Cuba pueden mencionarse, por un lado, la económica, en este caso la realidad habla por sí sola, dada la situación socio-económica precaria, alto costo de la vida, salarios por debajo de 1.25 dólares diarios y una larga lista de escasez de productos, un mercado cautivo y sin señales de mejoría hacen que el índice de bienestar de los cubanos sea bajo.
El motivo político no es menos importante, caracterizado por una estructura rígida en extremo, sin división de poderes y un partido único, monolítico e intolerante al libre pensamiento y a la diversidad de criterios. La justicia no es real y la libertad es incompleta y ficticia. Por la combinación de estas razones, muchos cubanos sienten la necesidad y obligación de emigrar, tanto de forma ilegal, utilizando lanchas, precarias embarcaciones o terceros países para estos fines, aun cuando se eliminó la cláusula de los pies secos pies mojados; como de forma legal, casi siempre hacia los Estados Unidos. Los que aspiran a emigrar por la vía legal; reunificación familiar, refugiados políticos, sorteo; deben pagar en centros o dependencias hospitalarias cubanas la suma de 400.00 CUC (10000.00 pesos) por persona, por un simple chequeo médico.
En la Constitución de la República de Cuba, en su artículo 50, dice: “Todos tienen derecho a que se atienda y proteja su salud”. Dice, además, que es gratuita e incluye exámenes médicos periódicos. No se ha explicado el motivo por el cual se cobra esta elevada suma a estas personas en abierta y clara violación a la Ley de leyes. La Real Academia de la Lengua Española define el concepto de dictadura: “Gobierno que se ejerce fuera de las leyes constitutivas de un país”. Pero además del cobro por el chequeo médico, estan los caros tramites de legalización de documentos, estos han ido elevando su precio ante el promisorio festín que vaticinaba la eliminación de la tristemente célebre carta blanca, aquel documento que te autorizaba a viajar; el premio a lo más caro se lo lleva la solicitud de los antecedentes penales con un total de 65 CUC. Y luego tenemos el asunto del matrimonio de nuestros nacionales con ciudadanos y ciudadanas extranjeras, solo los trámites legales cuestan alrededor de los 700.00 CUC. Es sin dudas una verdadera extorción nada sorprendente en un gobierno delincuencial y matrero, si lo dudan que mejor ejemplo que los millones de CUC y moneda nacional recaudados por el Estado por concepto de trámites para la obtención de la ciudadanía española, aun a costa de violar la propia Constitución de la Republica la cual prohíbe la doble ciudadanía a los cubanos. Nada que si quieres viajar tienes que pagar al Estado, igual si te enamoras de una extranjera y se quieren casar a soltar un dineral.
En el siglo XIX, sobre todo después de la Guerra de los 10 Años, muchos cubanos emigraron hacia diferentes partes del mundo, donde se incluyó como destino los Estados Unidos, causado, en gran medida, por la tiranía de la metrópolis española de aquel entonces. Hoy día, el gobierno cubano culpa a las leyes norteamericanas por este éxodo masivo. No se menciona la agobiante situación en la Isla, que fomenta, sin más opciones, una emigración forzosa con el sabor amargo del desarraigo.
Muy elocuente, para esta situación, una frase de alguien que sufrió el destierro, nuestro Martí: “La tiranía ahuyenta los habitantes de los pueblos y la libertad los atrae”, yo agregaría con permiso del Apóstol: los ahuyenta y además les cobra.