Desde la antigüedad el oficio de vender flores es muy bien apreciado porque las flores- no hay quien no guste de ese regalo de la natura- contribuyen al mejoramiento humano. Los vendedores de flores ayudan al amor y la fe.
Iroelsis Pacheco es un tunero que se dedica por cuenta propia a vender flores. Israel vende sus flores fundamentalmente en la zona comercial de la ciudad y, ocasionalmente, en función de la demanda, entra en centros de recreación donde le vende su mercancía a las parejas que se encuentran en esos lugares.
El pasado sábado 13 de febrero se encontraba ofertando sus flores en una de las calles que desembocan en la plaza Vicente García de la capital tunera cuando dos inspectores de la dirección integral de supervisión de la provincia lo abordaron pidiéndole sus documentos personales y el que lo acredita como trabajador por cuenta propia. Una vez visto que todo estaba en orden, los funcionarios procedieron a imponerle una multa de 1500 pesos porque, según ellos, él no podía estar vendiendo en la parte del centro histórico.
Este Observador Económico considera que Israel no estaba violando ninguna norma, pues no existe tal prohibición en la legislación nacional ni tampoco en las disposiciones del Gobierno local. Sin dudas, este caso es una consecuencia de la “ofensiva” contra las ilegalidades y las indisciplinas sociales que se ejecuta en esta provincia.