Juan Antonio Llanes Díaz es un campesino vinculado a la Cooperativo de Créditos y Servicios, Antonio Maceo del municipio Artemisa, Cuba. El acopia todas sus producciones al centro de Acopio del municipio. El pasado 9 de diciembre tiene un accidente cuando regresaba de trabajar en la finca ¨La dispuesta¨. Su padre Juan Antonio Llanes García es el propietario de la finca antes mencionada y fallece el 11 de diciembre de un infarto masivo al recibir la noticia del accidente de su hijo.
La esposa del accidentado Llanes Díaz se da cuenta que el certifico de la tierra está vencido y se dirige a la Dirección Municipal de la Agricultura de Artemisa para renovarlo. Ya en el lugar explica lo sucedido a la Registradora que la atiende y ésta le pide un sello por valor de 10 pesos en moneda nacional y el carnet de identidad para ponerle una multa de 100 pesos para poder renovar el certifico de la tierra.
El proceder de la registradora viola lo dispuesto en el Decreto Ley 203 ya que para renovar el certifico de tierra vencido el sello a presentar es de 5 pesos y la multa es de 50 pesos solamente. Además no se le orientó a la esposa del heredero de la tierra los documentos que debe presentar para promover el trámite de herencia según lo dispuesto en el Decreto Ley 105.
Este actuar de la registradora, aparentemente ingenuo, se repite constantemente y son los campesinos los que pagan las consecuencias.