El prestigioso hospital capitalino de Cuba de atención al área de ginecología y obstetricia Doctor Ramón González Coro ubicado en Alta Habana, atiende anualmente un promedio de 2 millones de pacientes con distintas patologías que le dificultan el proceso de reproducción sexual, se atienden problemas hormonales, quistes, fibromas, irregularidades en el proceso menstrual etcétera.
En una ocasión tuve la oportunidad de conversar con el doctor Rogelio el cual es el Jefe del Departamento de Inseminación Artificial e Invitro, además de ser profesor titular de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y representante directo del Proyecto de Reproducción y Fertilidad del citado hospital. Me comenta en nuestro diálogo que existen dificultades en la entidad para adquirir el reactivo que se necesita para realizar algunas pruebas básicas para la detección temprana de enfermedades de esta rama de la medicina. Existe escasez de muebles, camas, equipos electrónicos de atención primaria para la realización de ultrasonido intravaginal y otros. Algo que le llama la atención es la alimentación de los pacientes que se encuentran internos ya que muchas veces no es balanceada y carece de proteínas o plato fuerte como decimos los cubanos. Explica que este centro tiene más de 50 años de construido y por lógica tiene varias instalaciones deterioradas (paredes, ventanas, escaleras y columnas).Lo que más le preocupa es la situación de los techos los cuales se están descorchando.
A pesar de los reclamos de la población y de los trabajadores del hospital todavía persisten estos problemas los que traen consigo la insatisfacción del pueblo. Entonces nos preguntamos dónde está la atención a la salud pública de la que se habla en los medios de comunicación masiva, en los diarios y en la CONSTITUCIÓN.