Para la mayoría de cubanos residentes en la isla y vinculados a la actividad económica estatal, cada año la jornada del 25, 26 y 27 de julio le son sinónimo de descanso, vacaciones, o feriado como también se le conoce1
Es necesario entender la existencia de un grupo de servicios y productos que descansan bajo la responsabilidad y propiedad estatal que no deben detenerse por tres días, pues su funcionamiento estable, eficiente y efectivo incide en la vida económica, social y cultural de la población.
En un recorrido por varias instituciones bancarias en la capital de los cubanos (La Habana), este autor descubre en la puerta de cada uno de estos lugares, un cartel, con información a la población sobre la decisión de cesar todo servicio por tres días.
El documento publicado no brinda ningún indicio de que pueda existir al menos una de estas instituciones por municipio brindando servicios. Por tanto, toda aquella persona natural o jurídica, nacional o foráneo que necesite acceder a los servicios de la banca en Cuba, tuvo que esperar.
Nuevamente la lógica, la estrategia empresarial y hasta el sentido común, son seriamente violentados, olvidados, pasados por alto. Pareciera que quienes toman las decisiones poco les interesa primero la población (su bienestar y el acceso a un servicio necesario) y segundo el resultado económico de la institución.
Este suceso particular, no constituye un hecho aislado, varios centros encargados de colocar a disposición de la población productos y servicios, son detenidos, afectándose así la oferta (insuficiente pero) regular de bienes y servicios que las autoridades deben facilitar.
Estas líneas no pretenden coartar el merecido descanso de los trabajadores. Tampoco pretende ser un análisis extremista. Solo constituye un llamado a la cordura y la racionalidad. Un aviso encaminado a generar prácticas responsables, coherentes, efectivas y comprometidas con el bienestar de la sociedad cubana.
Cada paso dado, tiene implicaciones que deben medir los decisores de políticas y/o aquellos que los asesoran.
Merecido es el descanso de todos aquellos que se consagran al trabajo, y por demás es un derecho, pero irracional resulta comprometer un servicio tan sensibles y decisivo como lo es la banca, por tres días, sin medir las consecuencias de esta política o sabiendo las consecuencias y asumiendo los riesgos.
La economía cubana, necesita profundidad, preparación, estudio y compromiso social de aquellos que la conducen o las consecuencias continuarán siendo terribles y su impacto directo sobre la población.
- Según los elementos técnicos definido por las autoridades competentes en Cuba, se registran los días 25 y 27 como festivos y el 26 como feriado. ↩