Alexis Álvares Rojas, es un ciudadano cubano, camagüeyano, quien hace 20 años se gana el pan diario trabajando como ponchero privado. Recién fue multado por 150.00 pesos por inspectores de la Dirección del Inspección y Supervisión, DIS, por obstrucción de la acera.
Álvarez Rojas está inconforme. Y no es para menos, añade este observador económico, una vez verificado los hechos in situ; si la calle donde está domiciliado el denunciante, es una calle con total ausencia de asfalto, aceras y drenajes.
La iniciativa privada conlleva mejora en la calidad de los servicios. Es por ello que el padre del denunciante, en función de sus clientes y en espera de la construcción de la calle, construyó por medios propios una acera en la parte delantera de la vivienda para ubicar un banco con la finalidad de que los clientes reciban el servicio en mejores condiciones.
Y eso permitió al emprendedor Alvares Rojas ganar y mantener una clientela fiel…hasta que su iniciativa molestara a los inspectores que equivocaron su trayecto diario. Sin explicación desde el punto de visto de planificación física o de una lógica lógica, el multado deberá destruir el tramo de acera levantado y esperar tal vez 50 o 60 años para ver si algún día su calle, la 3ra del Reparto Florat, es asfaltada y convertida en una verdadera calle.