La occidental provincia de Mayabeque es de las dos que se encuentran en el llamado experimento gubernamental que se viene realizando en Cuba hace más de 5 años, (la otra es la vecina Artemisa).
El pequeño agricultor, Ramón Hernández Sotolongo, residente en el municipio Quivicán, de la occidental provincia, solicita en condición de usufructo la finca El Placer con una extensión de 17.14 ha de tierras. Los usufructuarios anteriores de la referida finca habían hecho dejación hace algo más de un año y había una gran muestra de abandono en las tierras.
Aun estando en los trámites de adjudicación de la finca en usufructo, la Empresa dueña de la tierra localiza a Ramón y lo manda a comenzar a trabajarla. Ramón, que está necesitado y ansioso por poner a producir su futura finca, comienza a hacer inversiones. Justo 2 meses después de empezar a hacer trabajos en aquella tierra ociosa se aparecen 2 inspectores de la agricultura en la finca y le dicen que son totalmente ilegales las acciones que está realizando.
A Ramón se le aplica una contravención por el Decreto 203 ¨Contravenciones del régimen de posesión, propiedad y herencia de la tierra y bienes agropecuarios, y del registro de la tenencia de la tierra¨. artículo 1 inciso a) donde establece: ocupe sin autorización debida, tierras de propiedad estatal, cooperativa o privada, $1000.00 pesos, la devolución inmediata de la tierra, y el decomiso de los bienes que a la misma haya incorporado.
De nada valieron las explicaciones de Ramón ni la interferencia del administrador de la Empresa dueña de la tierra donde está ubicada la finca El placer, al cual multaron también pero en este caso por el inciso b). por autorizar.
Lo cierto es que hoy Ramón está en espera de respuestas a reclamaciones entregadas a diferentes instituciones y a diferentes niveles. Lo más difícil está en el riesgo de perder no solo las inversiones, el tiempo y el sudor que utilizó en la finca, sino los medios de producción propios que tiene incorporados. Su tractor y medios de roturar la tierra, su caballo y carreta, los medios de fumigar, etc.
Es como si se prefiriera que las tierras continuaran ociosas, que continúe la precariedad alimentaria que vive el pueblo cubano.