San Miguel del Padrón es uno de los municipios periféricos de La Habana. Y es conocido por ser el territorio de Cuba con el mayor índice de delictividad por habitantes, con una población mayormente afro descendiente, obrera y con una fuerte emigración procedente de la región oriental.
Pero, lo que nacionalmente hace famoso el lugar es la renombrada Candonga de la Cuevita, “mercado” donde trabajadores privados “comercializan” toda suerte de bisuterías, talabartería y artículos para uso del hogar, tanto para la población capitalina como para cientos de cuenta propistas de las provincias cercanas.
El origen de las mercaderías es dudoso y contravienen en su mayoría lo dispuesto por la legislación cubana. No obstante, la expansión de la Candonga ocurrió a una velocidad inusitada por las callejas pedregosas e irregulares, las aceras, portales y hasta el interior de las viviendas de la barriada.
Las autoridades municipales decidieron intervenir y poner coto a semejante situación que sentaba un precedente negativo. Como medida correctora, algunos vendedores fueron concentrados en un local cerrado en un lugar distante; a los otros les fue retirada las licencias de trabajadores por cuenta propia y, como medida regulatoria preventiva, no se ha entregado más ninguna otra.
Hoy, luego de tres años de esta extraña situación, la Candonga de la barriada habanera de la Cuevita pervive bajo el manto de la ilegalidad y la tolerancia cómplice de autoridades y funcionarios corruptos.
Sin embargo, con su drástica negativa de entregar nuevas licencias para trabajadores por cuenta propia, las autoridades del municipio de San Miguel del Padrón han violado el derecho al trabajo a 34 vecinos de la localidad, entre los que se encuentran ex convictos, madres solteras y jóvenes sin preparación para insertarse en el mercado laboral deprimido, que las han solicitado para desempeñarse apegado a la ley en actividades por cuenta propia que no guardan relación con la Candonga. Las historias personales de algunos de estos cubanos y cubanas a los que se les vulnera el derecho humano de trabajar serán publicadas en este sitio para su divulgación y seguimiento por la ciudadanía.
La Habana, 25 de marzo de 2017.