El déficit de medicamentos en Cuba es un hecho que afecta constantemente a la sociedad cubana. Los más afectados son los enfermos, por supuesto, pero sobre todo los adultos mayores que requieren de medicamentos para mejorar su estado de su salud ya afectada por el paso del tiempo.
Estoy de visita en el municipio Nuevitas, de la provincia de Camagüey y un poco incrédulo el pasado martes 11 de febrero me fui a las 3 de la madrugada para la farmacia con la esperanza de comprarle algunos medicamentos que requiere mi madre, imposibilitada de caminar. Para mi sorpresa, al llegar a la farmacia ya había personas y hacía el 14 en la cola. Pasadas las 8 de la mañana comenzaron a despachar y ya sobre las 9 me corresponde comprar y de 5 recetas que llevaba, no logro alcanzar nada.
Los medicamentos los descargaron el lunes por la tarde y por vía telefónica conocimos que entraron los que requiere mi madre. Me explica la farmacéutica que dejan muy pocos medicamentos y que normalmente es así, que se acaban enseguida. ¿Qué mínima cantidad se pudo asignar para que el cliente número 14 en comprar no alcanzara nada delos necesitaba?
Ante esta gravísima realidad que afecta el elemental derecho a la vida de la población cubana, yo me pregunto: ¿Dónde está la atención al adulto mayor de la que tanto presume el Estado y el Gobierno cubanos? ¿Cómo es posible que en Cuba hace meses no se vendan más de 200 medicamentos de los 400 que de manera oficial se deben comercializar en el país? ¿Por qué cuando las autoridades sanitarias alegan que la falta de medicamentos es por falta de materia prima, no se permite a la ciudadanía que se pronuncie sobre las políticas públicas?
Ya en una ocasión se vencieron las recetas sin poder adquirir los medicamentos y en esta ocasión va por esa vía. Al parecer, mi señora madre tendrá que seguir aguantando dolores y pasar noches sin dormir.
La farmacia es la de Micro I y los medicamentos deficitarios son: Ibuprofeno, Metocarbamol, Piroxican, Nitrazepan y Clordiazepoxido.