Como parte de un proceso llamado ¨disponibilidad¨ despiden a 32 trabajadores de la Empresa Comercializadora de Medicamentos (EMCOMED) de la provincia de Matanzas, Cuba.
El promedio de trabajadores de esta empresa ronda las 200 personas y en un proceso lleno de irregularidades 29 mujeres y 3 hombres quedan en este mes de mayo sin empleo. Así, 32 hogares de Cuba ven afectado su sustento económico. De todo se ha visto en este irregular proceso, pero este observador no quiere dejar de mencionar el tema de la discriminación de género: 29 mujeres despedidas de un total de 32 personas da un porciento bastante elevado que muestra de forma incuestionable la violencia de género y los rasgos de machismo del actual Director de la EMCOMED. Otro de los temas que hay que resaltar es la jubilación forzosa de 7 trabajadores, agregando a esta cifra 11 mujeres que ya sobrepasan los 55 años de edad para las que sería muy difícil encontrar un empleo.
La oferta de trabajo que la administración tiene la obligación de hacer a los disponibles es puro formalismo y casi humillante. A todos se les ha propuesto plazas de custodio de objetivo (cuerpo de vigilancia y protección), con excepción de 2 que puso a disposición de Salud Pública por ser de formación enfermeras. Dentro de la especialidad o formación de los que quedaron sin empleo puedo citar: Técnico Medio en Contabilidad, en Enfermería, en Farmacia Dispensarial, en Derecho, entre otros, y varios con 12 grado de escolaridad. Es penoso ver a una contadora con más de 42 años de ejercicio de la profesión ejerciendo de custodio en una garita cuidando el acceso a un área de almacén.
Quisiera resaltar también que este proceso de despido se aplicó solamente a 3 categorías ocupacionales, Técnicos, Operarios y personal de Servicio. Ninguno de los declarados disponibles es Universitario, Especialista, Administrativo o Cuadro. Dando una muestra más de la violencia y discriminación a la que están expuestos los trabajadores en Cuba. Algo que en el mundo se conoce como mobbing, que no es más que una manifestación de violencia en el ámbito laboral y que el Estado cubano niega que existe en Cuba, incumpliendo así, una vez más, con la protección de los derechos económicos de los cubanos y cubanas, la normativa jurídica internacional referida a los derechos humanos entre la que se encuentra el pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del cual es parte desde 1978.