Ángel Rodríguez González lleva más de 4 meses trabajando de dependiente de almacén en la Empresa de Mantenimiento a Grupos de Electrógenos Fuel Oíl (EMGEF) de la provincia de Matanzas, Cuba.
Aunque lo ha reclamado en varias ocasiones no le entregan los Equipos de Protección Personal. El Director de Capital Humano le explica que tiene que tener más de 6 meses trabajando en la Empresa para tener derecho a recibir los Equipos de Protección Personal, que si quiere que los compre por la calle. De la misma forma le ha reclamado a la Secretaria del Sindicato y ha sido como hablar al aire.
Él debe llevar, según su Matriz de Competencia de su puesto de trabajo los siguientes Equipos de Protección Personal: Casco, gafas, orejeras, overol, botas con casquillo, faja, guantes de labor y capa para agua. Como es de suponer es imposible económicamente que Angel pueda adquirir esos medios en el mercado negro, donde solo por mencionar un ejemplo, el par de botas con casquillo no se encuentra en menos de 350 pesos en moneda nacional. Angel cobra 325 pesos moneda nacional de salario, mensual, además cuando se cumple el plan puede llegar a cobrar de estimulación hasta 300 pesos más y 15 pesos cubanos convertibles.
Según lo que establece la Ley 116 Código del Trabajo de la República de Cuba, en su articulado:
-El empleador está obligado a cumplir la legislación sobre seguridad y salud en el trabajo y adoptar las medidas que garanticen condiciones laborales seguras e higiénicas.
-Es obligación del empleador suministrar gratuitamente, conservar y mantener los equipos de protección personal, en atención a los riesgos, las normas y requisitos de seguridad y salud en el trabajo. Los trabajadores tienen el derecho de recibir los equipos y medios de protección personal que necesiten en el puesto de trabajo que desempeñan y están obligados a utilizar los equipos de protección personal entregados por el empleador, conforme a las normas establecidas, así como velar por su conservación y mantenimiento.
Es impresionante el estado de indefensión en que trabajan los ciudadanos cubanos. Por una parte casi nadie cumple con lo legislado y por la otra no hay quién controle y exija que se cumpla.