La producción azucarera cubana, hasta hace unos años, “orgullo” para los cubanos, no se recupera de su “crisis permanente”, las Cooperativas y los campesinos cañeros no alcanzan a vivir de los ingresos que les aporta la dulce gramínea, que ya no es tan dulce como antes, sino es amarga para quienes tienen obligadamente que dedicarse a su producción.
Los insumos no llegan a tiempo, los precios son más bajos comparativamente que el boniato y las hortalizas, que reportan más ganancias a los productores de cultivos varios que a los productores de caña.
La Cooperativa cañera Hermanos Gómez, ubicada en el municipio de Batabanó en la provincia de Mayabeque, fue multada por no cumplir con la cantidad de caña que debía entregar al Central Manuel Fajardo de Quivicán, al cierre de diciembre, y su cuenta bancaria congelada por lo que no pudo pagar a sus trabajadores el mes de enero, por lo que tuvo que pedir dinero prestado a algunos campesinos de la zona para poder pagar parte del anticipo a sus cooperativistas, muchos ya se han ido para las fincas de los campesinos que pagan 40 y 50 pesos por trabajar la mañana y le dan algo de autoconsumo para llevarse a sus casas.
El sistema de trabajo, la centralización absoluta, la falta de piezas de repuesto, la llegada tardía del fertilizante, son entre otras las causas de estos problemas, mientras los funcionarios de la Provincia y de Azcuba, cobran sus salarios completos, los productores agrícolas sufren la ineficiencia del sistema empresarial que el gobierno ha impuesto al desaparecido e ineficiente Ministerio del Azúcar.