Luis Manuel García García es es un joven campesino residente en la occidental provincia de Artemisa, Cuba. El es hijo único de sus padres y vive en compañía de estos en la finca llamada ¨La Patrona¨, que tiene una extensión de 26.28 hectáreas (2 caballerías). Esta parcela de tierra es en propiedad y se le entregó a su padre por el Decreto Ley 125 sobre el régimen de posesión, uso y herencia.
En 2 de Marzo del 2018 muere el padre de Luis Miguel y ya el día 7 del propio mes comienza los trámites para la adjudicación de la herencia. En el Departamento de Control de la Tierra y Tractores, de la Unidad de Registro Agropecuario de Artemisa, fue atendido por una Registradora que le detalla los documentos que debe presentar y que el proceso se realiza en un término de 90 días.
En solo una semana Luis Miguel presenta los documentos solicitados y comienza la espera y los problemas. A mediados del mes de Abril el Registro Agropecuario le informa que lo sienten pero se robaron los discos duros de las computadoras de la entidad y no se atenderá más público hasta que no se termine el proceso investigativo.
Luis Miguel se presenta en la Dirección de la Agricultura y explica la situación y le esclarecen que pasado los 90 días vence el plazo y pierde el derecho a heredar la propiedad. La tierra pasará a nombre del Estado y si tiene interés tiene que esperar a que se ponga en convocatoria para solicitarla en usufructo… y ver si se la entregan a el.
Al cabo de dos meses y medio ya Luis Miguel tiene en su poder toda la documentación y al entregarla en la Agricultura detectan que tiene varios errores ortográficos y no se los aceptan. Le explican que tiene que hacer una subsanación de error.
Hoy Luis Miguel y su madre no solo lloran la perdida del padre de la familia, lloran también la pérdida de ¨La Patrona¨.