Hace muchísimo tiempo que los habitantes de esta urbe capitalina vivimos entre basuras. Solamente de desechos sólidos domésticos hay un millón y medio de metros cúbicos acumulados en esquinas, solares y en las escasas y deterioradas baterías de contenedores plásticos, con la consiguiente proliferación de cucarachas, roedores, gatos y perros famélicos y sarnosos. El paisaje urbano citadino es patético e incivil.
¿Causas? Desde las Indisciplinas sociales, falta de trasportes y de vertederos hasta la carencia de tecnologías para la selección y clasificación de los desechos en origen y para el reciclaje de neumáticos, vidrios, madera, escombros, chatarra electrónica…
No obstante, los capitalinos no dejan de trabajar, divertirse, soñar y hasta protestar contra todo y todos. Y ciertamente, es tanta la inconformidad que algunos hasta queman contenedores de basura como protesta contra la incompetencia administrativa e irresponsabilidad política de las autoridades.
Empezó a finales de julio en un asentamiento periférico de San Miguel del Padrón, luego de 8 días sin recogida de basura. Fueron incendiados dos contenedores plásticos. Hubo que requerir de los bomberos porque la basura orgánica descompuesta ayudó a propagar el fuego. Hasta la fecha han ocurrido nueve hechos similares, todos en municipios periféricos de la ciudad.
Sin dudas el más sonado ha sido el de la barriada ‘xx aniversario’ del municipio de La Lisa. Cuarto en orden de ocurrencia. En ese caso acudieron presurosos los bomberos y, como novedad, también policías de talante nervioso, urgidos en arrancar los carteles y cubrir con asfalto la inscripción puesta al descubierto en la calle por el sol mañanero: “Abajo Diacanel”.
Las autoridades se esforzaron para descalificar el acto y acallar los rumores sobre lo acaecido. Dicen que la quema de contenedores es un acto de vandalismo. Puede ser cierto. Pero aun con la errata ortográfica el mensaje de alto contenido cívico no deja dudas sobre los móviles anti sistémicos del acto. No se sabe quién los convoca. El hecho cierto es que está ocurriendo.
Habaner@s humildes han quemado la basura donde cuasi se ahogan y también, por extensión, han protestado contra el Régimen que los hace desgraciados en casi todos los órdenes de la vida. Ese “Abajo Diacanel” de la Lisa; que se repite como libreto de un profundo drama social en cada acto ocurridos en las localidades El Moro, la Corea, las Yaguas y la Concretera, respectivamente, sin dudas reproduce los grafiti usados por la ciudadanía para protestar contra la basura política de turno en otras etapas de nuestra historia, a saber: “Abajo Machado”, “Abajo Batista”, “Abajo Fidel”, “Abajo Raúl”.
Este redactor no sabe qué pasará con esta manera de protesta ciudadana. Tal vez, antes de incendiar contendedores de basura, tan necesarios para la salubridad; se multipliquen los grafitis políticos anti sistémicos en los muros y callejas de los lugares más pobres y vulnerables de la ciudad, donde sus gentes se debaten en el socialismo cubano entre el invento y la contravención de las leyes. Ya se verá.