Desde el año 2015 Míriam Suñol se encuentra atrapada entre trámites para actualizar la titularidad de su vivienda sita en la calle Zargazazo entre Capricho y buena Vista, en la ciudad de Matanzas, Cuba.
Míriam a pasado en estos 4 años por las más increíbles muestras de burocratismo. Falta de referencias en la descripción del inmueble. La entrega de una sola copia del dictamen técnico, cuando debieron ser dos. Pendiente de nombramientos de diferentes Directores de Planificación Física y la Vivienda a nivel municipal y provincial. Resoluciones mal redactadas. Son solo ejemplos de los escollos que sortea Míriam para poder inscribir su vivienda en el Registro de la Propiedad. Todos ellos implicando gastos económicos y del valioso tiempo.
Los dislates en estos procesos siguen costándole caro al pueblo. Es inconcebible que se tenga que esperar 4 años por una Resolución de la Dirección Provincial de Planificación Física rectificando las medidas y linderos de un inmueble. Luego tramitar otra Resolución de la Dirección Municipal de la Vivienda y al final presentarse ante notario Público.
Ante las nuevas normativas que están saliendo a la luz referidas a la vivienda en Cuba, para agilizar trámites, existe una cierta incredulidad en la población. Es que llevamos 60 años con un gobierno que cada vez se especializa más en los temas burocráticos.