El servicio de transportación interprovincial a través de porteadores privado comenzó el pasado 12, pero la escasez de combustible, repuestos y lubricantes se dificulta la libre circulación de estos vehículos. Es decir: “Se puede…pero no se puede.”
A tales efectos, los gobiernos de las provincias orientales han creado oficinas en sus sedes en dónde los trabajadores por cuenta propia con licencia tienen la obligación de acudir diariamente a buscar un autorizo de venta de combustible. La cuantía depende de la disponibilidad y en todos los casos solo se vende el combustible necesario para realizar al menos un viaje al día, según el destino en el que circule el vehículo.
La inconformidad entre los choferes y dueños de transporte privado que ofrecen el servicio de transportación crece a diario pues, según refieren, esto no será tomado en cuenta cuando se cobre el fisco.
Al parecer no se tiene esperanzas de mejoría de la trasportación de la población y de la situación económica los transportistas respecto al periodo pre pandémico por la Covid-19 en la que se vieron seriamente afectados sus ingresos y sin apoyo por parte tanto de los gobiernos como de las entidades aseguradoras y, como se ha reiterado en despachos anteriores, para los funcionarios de los gobiernos del oriente cubano, estas medidas llegaron para quedarse.