Con la intención de modificar sus relaciones mercantiles, el régimen cubano ha sustituido el término empresas mixtas por asociaciones económicas internacionales e implementa nuevos mecanismos de asignación y distribución de liquidez.
El pasado 8 de enero de 2021, el Ministerio de Finanzas y Precios de la República de Cuba publicó en Gaceta Oficial la Resolución 153 del 2020, que modifica las bases generales para el perfeccionamiento del sistema de asignación de liquidez del Plan de la Economía Nacional.
La nueva política ha dispuesto para la ejecución de capacidad de liquidez (CL) en el sistema empresarial: la venta de divisas en moneda nacional, según la tasa de cambio establecida por el BCC, que estará subordinada enteramente a las necesidades del Plan de la Economía.
Las empresas gubernamentales cobraran en CL el 60% de las facturas a pagar por las asociaciones económicas internacionales; igualmente estas últimas, quedan obligadas a cobrar en CL menos del 60% de sus facturas en la totalidad de sus ventas.
Además, se consideran CL los pagos que reciben las entidades de turismo desde las cuentas en Cuba de los turoperadores; pero, no se consideran CL los cobros por ventas realizadas a embajadas y representaciones extranjeras desde cuentas en bancos cubanos, exceptuando los proyectos de colaboración.Todas las entidades exportadoras estatales y asociaciones económicas internacionales obtendrán la totalidad de los ingresos por exportaciones en CUP, a la tasa de cambio establecida, y podrán retener un por ciento de la liquidez de los ingresos que reciban mediante certificación bancaria.
Se pretende que las entidades nacionales y extranjeras puedan cubrir los gastos de importación y pagos de deudas, paguen las compras de productos sustitutos de importaciones con un por ciento de respaldo en capacidad de liquidez del valor total de la factura.
En el contexto, la medida monopoliza en un grupo de empresas estatales los servicios de comercio exterior, frena a los inversores extranjeros y provoca mayores fracturas en el mercado nacional, que tienen un impacto negativo en el consumo social.
Hay que brindar confianza a los distintos actores que intervienen, eliminar los brutales mecanismos de centralización para la toma de decisiones, construir nuevas oportunidades de negocios basadas en la Economía Social de Mercado y en la búsqueda del bien común.