Tras el incremento de los casos de coronavirus en la provincia Granma, el Gobierno Provincial se ve obligado a implementar un nuevo grupo de medidas con el objetivo de tratar de frenar los nuevos contagios.
El cierre de las ventas para consumir en los restaurantes y cafeterías, la disminución notable del transporte, cierre total de municipios, comenzando por la cabecera provincial y la imposición de un toque de queda a partir de las 7:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. y la imposición de multas de gran cuantía a quienes incumplan están entre las principales medidas.
El sector estatal se afecta, aunque según la opinión de los Trabajadores por Cuenta Propia, los más afectados son ellos por no contar con ningún tipo de protección salarial cuando por obligación deben cerrar, ya sea por la disminución de las ventas, la imposibilidad de movimiento para los transportistas o el cierre total de negocios hasta nuevo aviso.
Según comentan los dueños de cafeterías y restaurantes es insostenible cualquiera de estos negocios solo con ventas para llevar, pues con el reordenamiento monetario todo triplicó su precio y no todos pueden comprar pomos de refresco o cualquier tipo de alimentos en este tipo de servicio, además de tener que inventarse para luchar contra la escasez y el asedio constante de los inspectores de Dirección integral del Inspección y Supervisión.
Los negocios de arrendamiento se encuentran totalmente cerrados y el transporte paralizado, como medida para salvaguardar la economía familiar, los trabajadores privados se vieron obligados a cerrar temporalmente sus negocios con la idea de buscar alternativas para tratar de sobrevivir hasta que la situación mejore, algo que puede demorar lo que resta de año y un poco más, algo que empeora si tenemos en cuenta que a pesar de pagar una seguridad social obligatoria todos los meses, el Gobierno no cubre un sustento para estos trabajadores en este tipo de eventos epidemiológicos.