Mercedes X radica en la ciudad de Matanzas, provincia del mismo nombre situada al occidente de Cuba. Tiene 2 hijos pequeños de 7 y 9 años respectivamente. Es de formación profesional Licenciada en Enfermería. Hace alrededor de 5 años dejó de ejercer porque no le permitían tener un negocio particular. Hasta que llegó la Covid-19 y se comenzaron a aplicar medidas de restricción, era una emprendedora exitosa con su centro de belleza. La “tapa al pomo” vino a ser la “tarea ordenamiento”. A partir del mes de enero su negocio, como el de muchos emprendedores en Cuba, tocó fondo.
Ante esta situación, y las grandes limitaciones económicas que presenta para ejercer su actividad de Trabajo por Cuenta Propia, decide reincorporarse a su antigua profesión en instituciones del Ministerio de Salud Pública.
Debido a la falta de personal especializado, a Mercedes la reciben con los brazos abiertos. La ubican en el Hogar Materno de la ciudad, donde ejerce su actividad con total profesionalidad. Realiza todas las actividades relacionadas, incluso, las guardias internas.
Todo pareciera ir bien, pero no. Cuando a Mercedes le hacen el contrato le explican que estará 6 meses a prueba y que en ese período solo devengará medio salario de la plaza que ocupe.
Al no tener otra alternativa de entrada de dinero ella acepta, pero reclama a Salud Provincial, y aun no le dan respuesta.
En caso similar se encuentran varios profesionales de la salud reincorporados al sistema.