En la provincia de Matanzas, Cuba, existen varios casos que están sufriendo de una especie de burla de instituciones por parte del Estado. Tal es el caso del Ministerio de Educación.
Ante el marcado déficit de profesores en la provincia para impartir clases en el sistema de educación, varios funcionarios de este Ministerio se han dado a la tarea de contactar antiguos profesores que ejercieron la profesión y que hoy, por razones netamente económicas, no se encuentran activos.
Luego de ser contactados varios se han presentado en las oficinas de la cede de la Dirección Provincial de Educación. Durante el encuentro se les garantizó una plaza fija y el salario correspondiente a su categoría y el nivel de desempeño. Algunos aceptaron endulzados por los nuevos salarios y según refirieron el Observatorio de Derechos Económicos, solicitaron la baja en sus centros laborales.
Un mes después de tales trámites de reincorporación laboral, los docentes reclaman porque aún no le hacen el contrato de trabajo y se encuentran desempleados. La razón que explican los funcionarios es que en el ínterin llegó una orientación “de arriba” congelando todas las plazas hasta que se decida reiniciar nuevamente el curso escolar afectado por la pandemia de Covid-19.
En este caso se encuentran ciudadanos que ya están próximos a la edad de jubilación, por lo que no les conviene perder tiempo de trabajo. También se encuentran padres y madres que mantienen la economía familiar, en estos tiempos tan caros y difíciles.