El Ministerio de Finanzas y Precios de la República de Cuba, mediante la Resolución 56/2021 intenta fortalecer a la empresa estatal socialista a partir de establecer lo relativo al ingreso de los trabajadores de ese sistema, pese a la crisis profunda que atraviesa.
El ingreso de los trabajadores se origina de una parte fija en el salario escala, los pagos adicionales aprobados y una parte móvil asociada a pago a destajo (más usada), distribución de utilidades o formas de pago por rendimiento asociadas a la Zona Especial de Desarrollo Mariel y al Programa de Desarrollo Turístico.
En las empresas que se planifiquen u obtengan pérdidas, los trabajadores reciben el salario básico, exceptuando los que participen en sistema de pago a destajo; aunque, el pago por la distribución de utilidades constituye la base de cálculo para las prestaciones a la seguridad social a largo plazo.
Y según la Resolución 119/2021 emitida por el propio ministerio, se aplica el Impuesto sobre Ingresos Personales a los trabajadores del sector empresarial que reciban ingresos, pese a que estos no constituyan salario y se generen por la contratación de sus servicios fuera de su jornada laboral.
De esta manera, la empresa estatal socialista fractura el acceso a niveles de consumo de los trabajadores en el mercado, negándose así cualquier capacidad para crear valor agregado a través de dinámicas laborales encausadas al aprovechamiento de los recursos humanos.
Se ha generado en la sociedad una mayor dependencia a las remesas familiares provenientes del exterior y desarrollado relaciones laborales informales en sectores emergentes del cuentapropismo (gastronomía, alojamiento, construcción y transporte) para oxigenar la economía doméstica.
Urge, desarrollar políticas públicas que protejan a los trabajadores de la fracasada gestión de la empresa estatal socialista y promover en estos los principios de la Economía Social de Mercado para su trasvase de manera organizada al sector privado.