Muchas son las medidas de carácter económico que se aplican en Cuba para reactivar la economía. Todas condenadas al fracaso, no por la medida en sí, sino porque es un defecto del sistema. El socialismo no puede ser eficiente, la historia mundial lo demuestra y Cuba no será la excepción de la regla.
Hace algún tiempo se implementaron las tiendas que ofertan productos en Moneda Libremente Convertible. El principal objetivo de estas tiendas era recaudar las divisas de las personas naturales, evitando así que salieran del país. Divisa esta que tiene como principal fuente de ingreso al país el envío de remesas de familiares y amigos desde el exterior. A la par de estas tiendas se implementaron cuentas bancarias en divisa. Cuentas en las que una vez depositado el dinero no lo puedes extraer en la misma moneda y solo lo puedes utilizar en las referidas tiendas.
Estas medidas y la imposibilidad de viajar al exterior de la isla, por motivo de la Covid 19, ha sido un duro golpe para muchos cubanos que tenían como medio de subsistencia viajar y comprar productos en el extranjero para luego venderlos por diferentes vías en el país. Seriamente se vio afectado el abastecimiento de ese mercado informal o subterráneo en el que se encontraban muchos productos que no se ofertan en el mercado estatal. Ni siquiera en las tiendas en divisa e incluso a mejores precios.
A partir de la apertura de vuelos de turismo entre Cuba y Rusia, se ha creado una ola de cubanos viajando al lejano país en busca de productos. El mercado ruso no es nuevo, ya se utilizaba antes de las limitaciones por la Covid 19, pero en muy poca escala. El cubano prefería países del caribe para realizar sus viajes de comercio. La cercanía, el idioma, los precios y los contactos, eran las principales razones.
Diariamente vemos en el parte del Ministerio de Salud las cifras en aumento de cubanos que vienen contagiados de Rusia. Es realmente tan caótica y desesperanzadora la situación económica en Cuba, que muchos cubanos prefieren arriesgar su propia vida e ir hasta Rusia para comprar productos que le permitan subsistir en este país.
Las Mulas, como se le llama popularmente a estas personas que se dedican a esta actividad, son un fenómeno que ya es parte de la sociedad cubana. Incluso esta actividad genera un nivel de empleos informales y medios de subsistencia para varias familias.
No importa las medidas que se apliquen, el cubano se las ingenia y la divisa sigue saliendo de Cuba en manos de emprendedores y retorna en forma de bienes y productos necesarios y útiles para el pueblo.