El proceso de comercialización de la leche y sus derivados en la provincia de matanzas, Cuba, tiene grandes dificultades. No importan las medidas que se están aplicando, por los organismos rectores de la agricultura, para incentivar a los productores de los necesarios renglones lácteos. Nada surte el efecto esperado por lo ineficientes que son.
La provincia de Matanzas cuenta con más de 9000 productores de leche, sin embargo, en el recién terminado mes de abril tiene un incumplimiento del plan de producción de más de 948 mil litros de leche. No se logra cumplir siquiera el llamado encargo estatal que le imponen a los productores.
Con independencia a la carencia de insumos necesarios para asegurar la calidad de la masa ganadera, entiéndase pienso, vacunas, alambre para cercado, etc. El principal problema que presentan los campesinos productores es el incumplimiento por parte del estado del pago de sus entregas. A comienzo del mes de mayo aún no se ha realizado el pago a aquellos pocos productores que cumplieron el plan en el mes de enero.
Hay que tener claro que detrás de cada productor hay una familia que mantener. A eso adicionamos los trabajadores contratados por estos, a los que se les debe pagar un sustento digno.
Recientemente se aprobaron un paquete de medidas agropecuarias para estimular y flexibilizar la producción y comercialización de productos. 63 medidas y 30 de ellas son de carácter inmediato. Tal parece que cuba se está estrenando en temas agrícolas.