La crisis económica cubana llevada de la mano de un sistema político inoperante, arreciada a partir de los años 90 del siglo pasado con el llamado Período Especial, sube de nivel en este 2021 con el proceso denominado Tarea Ordenamiento. Considerado por muchos como un error catastrófico haber aplicado tantas medidas económicas en un contexto tan desfavorable a nivel mundial y nacional provocado por la pandemia de la Covid-19. Es cierto que todo el pueblo lo sufre, pero hay un sector que lo sufre con creces, el Adulto Mayor.
Según el IV informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba de 2021 del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, los sectores más afectados y vulnerables por la situación del país son los ancianos (73%), seguidos por aquellos que no reciben remesas (55%) y los desempleados (51%).
A falta de políticas públicas que se concreten realmente con la base, aumenta la precariedad de este grupo vulnerable. Los Adultos Mayores requieren de una serie de servicios indispensables para transitar hacia un envejecimiento de manera activa, saludable y feliz. En el caso de Cuba, faltan condiciones para envejecer con calidad.
Los montos monetarios que reciben hoy son insuficientes, lo que impone grandes límites a una vejez con calidad de vida y el deseo de solventar alguna estrategia de vida. El pago de pensiones irrisorias que apenas les alcanzan para mal vivir, 1528 pesos en moneda nacional. Incluso hay un gran número que solo ronda los 1200 pesos.
Cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información nos dicen que para el 2030 se estima que habrá en Cuba 3.3 millones de personas Adultos Mayores.
Al concluir el 2020 las personas con 60 años o más representaban el 21,3 % de la población total.
La población de 50 años o más asciende hoy a algo más de 4 millones, el 52.5 % son mujeres.
Sólo el 58.1 % se encuentra casado o unido en pareja, lo que nos deja una considerable cifra sin pareja.
4 de cada 10 mujeres Adultos Mayores no dispone de ingresos propios por concepto de jubilación, pensión o salario.
El 17 % del total de Adultos Mayores en Cuba vive sólo.
Es triste ver en cada esquina un anciano vendiendo, cualquier cosa, para poder sobrevivir.
No funciona la atención comunitaria, el acceso a medicamentos y alimentos es muy complejo. El programa de atención al adulto mayor es pura propaganda estatal. Las casas de abuelos y asilos de ancianos son mínimos y están en precarias condiciones la mayoría.
La ausencia del cuidador domiciliario de Adulto Mayor es una necesidad impostergable. Se reclama una atención más personalizada de los adultos en estado de vulnerabilidad.
Hacen falta más que políticas públicas, acciones gubernamentales en la disposición de acciones inmediatas.