Ante la ausencia de los conocidos como “Carretilleros” (vendedores ambulantes de productos agropecuarios) y los reclamos de la población más vulnerable a la Covid 19, se aplican variantes en la ciudad de Matanzas, al occidente de Cuba, para la comercialización de alimentos.
Foto 1. Carretillero o vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria. Fotografía del Archivo del Observatorio de Derechos Económico.
Convenios firmados entre propietarios de Bicitaxis (triciclos de tracción humana que se utilizan para el transporte de personas) con el Mercado Agropecuario Estatal El Bosque, posibilitan la venta de productos del agro de forma ambulante. Los vendedores ambulantes son la única opción que tienen muchas personas que apenas pueden salir de sus viviendas. Las razones para no poder salir de la casa son muchas, al igual que las demandas de que se permitiera nuevamente el servicio de los carretilleros. Estos actores ciudadanos son facilitadores de la vida y nunca se les debió limitar ni poner tantas trabas.
Nos comenta un trabajador del mercado El Bosque que está en este momento ejerciendo la actividad: “(…) tuvimos que esperar por tres meses la autorización del Gobierno para poder materializar la actividad. Autorización que se permite a regañadientes porque el objeto social de las conocidas placitas no permite la venta ambulatoria ni la contratación de personal de transporte. En gran medida esto se logra por la presión popular y por dos Delegados de Circunscripción que elevaron el problema y la solución propuesta por los vecinos (…)”.
Con la colaboración de vecinos se armaron estructuras de metal que se instalan a los triciclos donde se colocan las cajas para transportar los productos en venta. Previamente se preparan jabas o bolsas de nylon con los productos pesados y con precios fijos y salen a vender a la comunidad. Las ofertas de hoy son jabas con plátanos burros, quimbombó y boniatos, por un valor de 10. 00 pesos cubanos cada una. Todo a precio de Estado. Hasta pullover y gorras de Acopio dieron a los dúos de venta. Uno, es el propietario del triciclo y el otro, un dependiente del mercado.
La novedad ha tenido gran aceptación en la población y por supuesto en el Trabajador por Cuenta Propia propietario de Triciclo que obtendrá ingresos legales por su trabajo. Pero siempre queda el sabor amargo de la incertidumbre sobre el tiempo que durará esta buena opción.
En muchas ocasiones la solución de los problemas de los cubanos es tan simple que la tenemos delante de la nariz, es cuestión solo de abrir la mente en positivo para todos. Esto pasa más allá de las justificaciones del bloqueo externo. Es precisamente el bloqueo, pero el interno, el que pone trabas al desarrollo del país y la tan palabreada y ansiada liberación de las fuerzas productivas.