En medio de las torrenciales lluvias de mayo llegaron a La Habana funcionarios de alto nivel del gobierno argentino. El secretismo habitual del partido&gobierno de Cuba limitó la noticia: “conversarán asuntos de interés bilateral”. Para la inmensa mayoría del pueblo cubano se trata de otra visita más. No obstante en esas conversaciones se trataría un tema que constituye mayor impedimento al desarrollo que el pretexto estándar para explicar las miserias del cubano de abajo y de adentro: el embargo o bloqueo estadounidense.
Créditos originados en los últimos años de Perón, incrementados por María Estela Martínez, su viuda y sucesora y por el sucesor de ambos, Héctor Cámpora, permitió a Fidel Castro −previo permiso del gobierno de Estados Unidos− importar autos, camiones, maquinaria, utillaje fabril, alimentos1 y otras producciones rioplatenses en las décadas de los 70s y 80s del pasado siglo.
La cuestión es que el partido&gobierno cubano no honró los intereses ni el principal, amparado en los desencuentros con gobiernos no afines y apoyado en los encuentros con los que sí lo fueron como parte de la conducta general hacia los acreedores no importa que fueran imperialistas saqueadores de pueblos, hermanos del III Mundo o aliados ideológicos del “socialismo real” lo cierto es que el divinizado mandante absoluto por nueve lustros fue un vulgar estafador fiel a sus hábitos gansteriles universitarios, nunca pagó.
Desmerengado el “socialismo real”, devastada la economía venezolana y asumido el poder por el hermanísimo menor, se ha renegociado la deuda con el Club de París con España como facilitador. Las condonaciones resultantes, realmente “reconversiones”, comprometen la soberanía nacional con comisiones binacionales para aprobar las inversiones y priorización de los interese “directos e indirectos” de las empresas del país acreedor2 eternizando la sangría de los recursos que en el futuro pueda generar el País. México, Japón y otros también han renegociado y por último el hermano Vietnam se fue oficialmente con un hotel (el New York) y según “radio bemba” con otro no identificado.
El monto de la deuda con Argentina es misterioso, se estima originalmente en más de dos mil millones de USD. Calculando los intereses (6% anual) puede llegar a alrededor de veinte mil millones, la prensa Argentina habla de unos once mil millones pero no conocemos los términos pactados originalmente y los cambios en éstos en más de cuarenta años. Como quiera no resulta una cifra despreciable para ningún país y menos para uno con serios problemas causados por un populismo de doce años y larga tradición de mal manejo financiero; para la depauperada economía cubana es una enormidad. La “condonación” estilo de las reconversiones europeas y particularmente españolas incrementaría la capacidad de maniobra argentina ante a sus acreedores.
El país sudamericano es blanco favorito de la artillería propagandística del régimen, sus voceros en editoriales, notas informativas, etc. aplican los peores calificativos al macrismo a dúo con Telesur, así que no es fácil la tarea de Marcos Peña, jefe del gabinete de Ministros, Fulvio Pompeo, Secretario de Asuntos Extranjeros y Norberto Pontiroli, Coordinador de Asuntos Estratégicos de la Nación. Hasta ahora se conoce de sus entrevistas con los Ministros de Economía, Inversión Extranjera y Relaciones Exteriores del régimen, pero no lo conversado en las mismas y los acuerdos tomados, si existe alguno.
Los alumnos del finado actuarán según la seña del hermanísimo desde su trinchera partidista&militar, por tanto es muy posible que los gauchos recibieran una sonora trompetilla, como la de sus predecesores en el intento ante la pregunta ¿Che, dónde está mi guita?