Gobierno cubano emite Ley 164/2024 del Presupuesto del Estado para el año 2024 adecuándose a los lineamientos del VIII Congreso del Partido Comunista; así como, al Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030.
Esta vez el déficit se eleva a 147 390 800 000 de pesos y se incrementa la deuda pública a 201 760 400 000 pesos que es la suma del déficit del Estado y de las amortizaciones de deudas con vencimiento en el año, entre otros.
Para financiar la deuda pública se emitirán Bonos Soberanos con un plazo de amortización de hasta 20 años y una tasa de interés de 2.5% para ser adquiridos por el sistema bancario nacional.
A penas se cuenta con 211 429 500 000 pesos como ingresos tributarios netos, por lo que aparecerá un impuesto especial a productos y servicios en el transcurso del año.
Vale señalar que los gastos corrientes de los gobiernos provinciales se alimentan de los ingresos por impuesto sobre utilidades de empresas estatales de subordinación nacional ubicadas en sus localidades.
Se encienden las alarmas pues los ingresos del mes de enero de 2024 se otorgarán sobre la base de lo recaudado en diciembre de 2023, formando parte del límite aprobado para el año fiscal que recién comienza.
La norma pretende aumentar los controles tributarios y reducir la captación de recursos que hoy subsidian los costos de productos y servicios finales que consumen los sectores más vulnerables.
Ahora bien, disminuir el déficit fiscal a partir de criterios macroeconómicos de planificación centralizada de la economía no es un criterio acertado, pues acrecienta las distorsiones ya existentes.
Es necesario eliminar el gasto público no social que sostiene a parásitos improductivos con un presente sin futuro; mientras, una sociedad con un gran futuro se destruye en el presente.
Y las autoridades deben acercarse a los valores de la Economía Social de Mercado para alcanzar eficiencia en la implementación de políticas de administración pública y la ejecución de presupuestos.