Gobierno cubano ha sustituido el arrendamiento de locales de la industria alimentaria y del sector agroalimentario por Contratos de Producción Cooperada.
Se pretende que el sector privado financie la compra de insumos y materias primas con destino a la empresa estatal socialista dedicada a procesos productivos.
A cambio, los privados nacionales sólo recibirán los bienes terminados para su posterior utilización como materias primas, autoconsumo o comercialización.
En el contexto, la medida aumentará la oferta de alimentos y productos agroalimentarios; así como, abaratará los precios finales de venta con destino a la población.
Tal circunstancia afectará a mediano plazo los ingresos de aquellas mipymes privadas dedicadas a la comercialización e involucradas en dichos contratos.
Las autoridades en la Isla insisten en subordinar los intereses de los privados nacionales al sector público frente al evidente fracaso de la empresa estatal socialista.
Recientemente, se han reducido hasta un 50% los impuestos aduaneros para satisfacer las necesidades de importación en los Contratos de Producción Cooperada.
El desespero y la falta de iniciativas continúan siendo caracterisitcas que predominan en los grupos de decisores, quienes no alcanzan a dinamizar el mercado interno.
La alternativa está a la mano, siempre que se emplee a fondo la Economía Social de Mercado y se reduzca la burocracia política en la adminsitración pública.