El Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba incrementa en un 2% las importaciones por cada % de incremento del PIB, lo que dispara la deuda externa.
Actualmente, promueve una política para la sustitución de importaciones que sólo produce alivios temporales a costa del empeoramiento de las condiciones de partida del año siguiente, afectando la balanza de pagos.
La crisis estructural muestra un elevado patrón de consumo a través de remesas, inversión extranjera y créditos, así como el insuficiente ahorro interno que promueven al endeudamiento externo.
Las altas importaciones de materias primas junto a la baja integración del sector productivo nacional han conducido a la sobre ejecución de importaciones, la profundización del déficit y el endeudamiento internacional.
Para acabar este mal, hay que desarrollar el aparato productivo en las principales cadenas exportadoras, con un efecto multiplicador para la creación de fuentes internas de ahorro.
A corto plazo, los ingresos disminuirían los insumos importados para los productos exportables, aumentando el valor agregado de estos y el autofinanciamiento de sectores relacionados.
Es importante articular esfuerzos en el CARICOM, para generar fondos exportables hacia los países miembros del esquema que ofrecen oportunidades para ampliar el comercio.
Debe tenerse en cuenta, una mayor participación de formas no estatales de producción y servicios, que deben ser involucradas en estos empeños para centrarse en los ingresos y cadenas productivas.
Por tanto, se eliminarán las distorsiones en los precios claves de la economía a través de un mercado nacional sólido que haga uso de un marco legal adaptado a las exportaciones de servicios profesionales.