En el sector empresarial cubano sin inversión extranjera directa hay organizaciones que cumplen con los criterios de eficiencia internacional de su sector. Son competitivas, califican como productoras de servicios y el principal insumo de sus procesos es el conocimiento aportado por el capital humano altamente calificado.
En realidad son unas pocas empresas; una docena entre las 2114 existentes en Cuba en 20171. Diez se especializan en diseño e ingenierías de la construcción, una en telecomunicaciones y otra en el manejo ambiental de ecosistemas boscosos.
Esta última, una organización cubana real que por conveniencia denominaremos aquí como ALFA, posee una trayectoria científica de 30 años y al cierre del año 2017 contaba con un total de 138 trabajadores de los cuales 116 son especialistas altamente calificados, a tal grado que 31 son doctores en ciencias y 63 másteres en diferentes campos del conocimiento científico.
Desde 2005 dicha organización de ciencia e innovación implanta el proceso de perfeccionamiento empresarial y algunos de los servicios que comercializa en Cuba y el área del Caribe están certificados con las normas internacionales de calidad de las familias 9000 y 14 000, respectivamente. En pasado año el salario promedio mensual de los profesionales de ALFA fue de 1300.00 Cup2; bueno si se compara con el salario medio en el sector empresarial cubano ascendente a 847.00 Cup y muy bueno respecto a los miles de empleados del sector estatal presupuestado cuyo salario medio fue de 344,0 Cup y la pensión media de 322. 00 Cup3.
Además, los trabajadores de ALFA se benefician de un servicio especial de transporte colectivo que comparten con empleados de varios ministerios y centros económicos de relativa importancia. Las oficinas corporativas están climatizadas, dotadas de un mobiliario con adecuado diseño ergonómico y una moderna infraestructura de medios ofimáticos y computadoras con acceso a intranet, correo electrónico corporativo e internet. Nada mal para ser una empresa cubana.
En cuanto a su desempeño económico, ALFA es una empresa exitosa que posee suficientes recursos financieros para llevar a cabo sus actividades y hacer frente a deudas y obligaciones con terceros a corto plazo. Mientras que en 2017 muchas empresas estatales cubanas presentaron problemas tales como altos niveles de endeudamiento, incumplimiento de los planes de producción o incluso operaron con pérdidas4, ALFA reportó un superávit de $5 620 183.86 de Mt. 5
Desafortunadamente, ese monto financiero resultado de su buena gestión empresarial permanece inmovilizado en el sistema bancario nacional. Empero, ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Una empresa puede permitirse no invertir esta millonaria suma inmovilizada y así obtener rentabilidades más ventajosas e interesantes? ¿Acaso la función de una empresa no es generar riqueza que contribuya a la prosperidad del País y a la de sus trabajadores? Con tantos problemas medio ambientales que afectan a Cuba y el Caribe, ¿tiene sentido que una empresa tan competitiva como ALFA no emplee esos altos volúmenes de efectivo en su desarrollo?
A pesar de las competencias organizacionales, la empresa ALFA no puede emplear mejor y a plenitud sus millonarios recursos financieros en función del desarrollo de sus trabajadores y la sociedad por ser una empresa cubana que opera en un modelo de desarrollo económico y político que la condena al fracaso por no estar concebido para empresas altamente competitivas.
Y en efecto. ALFA no puede invertir más recursos en el desarrollo de las competencias de su capital humano porque el Plan de capacitación es bueno, integral y a largo plazo y la legislación cubana autoriza para estos fines hasta el 1% de las utilidades. Si no puede mejorar la alimentación de los trabajadores es porque la legislación cubana contempla para este concepto hasta 14 Cuc mensuales per cápita. Tampoco la entidad puede realizar inversiones a largo plazo en títulos de propiedad (acciones) ya que en Cuba no existe un mercado financiero de ese tipo.
Aun cuando a los expertos de ALFA se les contrata en el exterior por una tarifa horaria de 300.00 Usd, esa empresa no puede pagar mayor salario a sus necesitados trabajadores ni siquiera en Cup porque la legislación cubana no permite hacerlo más allá del nivel actual. Si la entidad no puede comprar autos u ómnibus para el traslado de sus trabajadores es porque la legislación cubana no lo permite.
Si ALFA no puede adquirir computadoras, tabletas, teléfonos (tampoco hacer recargas de la telefonía celular) para mejorar el nivel de vida de su capital humano, ayudar a las familias o reconocer a los trabajadores de mejor desempeño con vacaciones pagadas como pudiera hacerse en otros lares es porque la legislación cubana no lo permite. Entonces, ¿qué es lo que puede hacer ALFA con sus millonarios recursos financieros, más allá de mantenerlos inmovilizados en el sistema financiero estatal?
En las disposiciones jurídicas cubanas se estipula que las empresas estatales con exceso de financiamiento e inmovilización de efectivo solo pueden “hacer préstamos a empresas dentro del mismo grupo empresarial sin función tesorera”6. En otras palabras, prestar dineros sin ganar nada por ello en un contexto económico afectado por el crónico impago entre las organizaciones empresariales.
Por tanto, las políticas económicas cubanas condenan a que la empresa estatal ALFA continúe acrecentando su superávit y lo mantenga inmovilizado en el banco mientras sus devaluados trabajadores seguirán siendo explotados como capital de alto valor pero con la remuneración más baja del hemisferio. Con ALFA, más allá de la propaganda política y la retórica discursiva oficiales sobre el proceso de perfeccionamiento del sistema empresarial cubano, se demuestra que “no puede haber empresas competitivas en entornos económicos no competitivos.
- CPID. (2018). Normas jurídicas del sistema empresarial estatal. Presentación .ppt ↩
- Por el tipo de cambio oficial para personas naturales (1 Cuc = 25.00 Cup) y por el gravamen del 20% al Usd, el salario mensual de 1300.00 Cup equivale a 54.00 Cuc y 34.00 Usd, respectivamente. ↩
- Las valoraciones referidas al salario nominal de los trabajadores estatales y pensionados cubanos adquiere una connotación dramática si se considera el efecto devaluativo en el salario real de variables como la inflación, indicie de precio al consumidor y el desabastecimiento crónico de bienes y servicios. ↩
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Se reconoce que 67 entidades estatales cubanas cerraron 2017 con pérdidas financieras ascendentes a 297, 2 millones de pesos. CPID. (2018). Normas jurídicas del sistema empresarial estatal. Presentación .ppt ↩
- Una de las consecuencias de la dualidad monetaria y cambiaria a nivel estadístico y operacional en las empresas cubanas es que los estados financieros se expresan en moneda total, MT, situación que les impide diferenciar el componente en Cuc y Cup de sus resultados. ↩
- Resolución No. 138 de 2017 del MFP. Metodología del Sistema de Relaciones Financieras. Presentación .ppt ↩