El binomio Canel-Marrero continúa aplicando férreos controles financieros en la Isla; pese a que, la ciudadanía demanda una tasa de convertibilidad favorable del MLC y se facilite su acceso.
Las autoridades buscan modificar el patrón dólar y transitan gradualmente hacia la eurización de la economía, colocando en el mercado interno 28 CUP por cada Euro depositado en el sistema bancario.
En cambio; se comercializa informalmente 1 Euro hasta 130 CUP y 1 MLC supera los 120 CUP, negándose el curso de valores cercanos a 100 CUP por cada moneda extranjera que se deposita en las llamadas tarjetas en MLC.
A diario los ciudadanos acuden a extraer el efectivo depositado en sus cuentas de ahorros, para hacer frente al incremento de los precios de productos de primera necesidad.