La Dirección Integral de Inspección y Supervisión (DIS) se dio a la tarea de cerrar los negocios privados en los que se venden alimentos por alterar los precios y vender productos que están prohibidos.
Los inspectores tomaron como modo de operación el de visitar estos lugares en pareja, hacer pedidos como clientes normales y luego, antes de consumir, pedir el listado de precios y de productos autorizados no sin antes identificarse.
Entre las alteraciones encontradas está la venta de platos elaborados con camarón y la venta de cigarros y cervezas por encima del precio establecido por el Gobierno.
De 16 negocios de este tipo que aún se encontraban funcionando en la cabecea provincial, solo dos quedaron abiertos, al resto les impusieron multas de hasta 3 mil pesos, equivalentes a 125 USD, y procedieron a retirarles la licencia de trabajadores por cuenta propia.
Este observador económico de la región oriental considera que Cuba está pasando por una de las peores crisis económica de toda su historia, por lo que el cierre de estos servicios solo aumentará la reducción de la ya escasa oferta de alimentos para el hambreado pueblo.