Muchos estaban esperanzados con la agilización de los cambios anunciados en Cuba, la realidad evidencia que estos seguirán siendo lentos y superficiales, por lo tanto los problemas que más nos afectan a la mayoría, nos seguirán afectando.
Cuando analizamos las causas de las restricciones aplicadas a las licencias de los Trabajadores por Cuenta Propia (TCP) que no se están otorgando desde hace varios meses, fundamentalmente relacionadas con las actividades que más ingresos generan, Gastronomía, Artesanía, Hospedaje, entre otras, y la decisión de no aprobar ninguna otra Cooperativa No Agropecuaria (CNA), luego de un largo periodo de varios años de espera y gastos por sus promotores y grupos gestores, refleja la ineficiencia del control Estatal, la vacilación y el temor que ha surgido entre las autoridades porque estos trabajadores, a partir de sus esfuerzos y resultados han logrado importantes ingresos, a diferencia de las actividades estatales que continúan padeciendo de los mismos problemas de ineficiencia económica y escasa calidad de sus servicios.
La acusación de violaciones de la legislación vigente y los casos de “corrupción” detectados están muy relacionados con la acción de funcionarios y dirigentes estatales que han propiciado y estimulado estos hechos, buscando beneficios personales, extorsionando a los nuevos emprendedores, que ven afectados su trabajo por carencia de recursos, excesiva burocracia en los controles del “ejército de inspectores” que colman hoy las calles, buscando sus prebendas económicas, como lo evidencian hechos como el acontecido a la CNA Viñales del municipio Cerro, en La Habana, a cuyo colectivo le pretendieron negar la licencia sanitaria, aunque reunía todos los requisitos exigidos por la ley, exigiéndole el pago de 50.00 CUC para otorgarle el mencionado permiso, ante cuya actitud la vicepresidenta de dicha Cooperativa, Leticia Rodríguez, se mantuvo firme, negándose a aceptar la ilegal y oportunista propuesta. Por ahora Leticia pudo resolver el documento, veremos en el futuro…, nos dijo, preocupada ante la amenaza del funcionario de visitarlos próximamente, para chequear el cumplimiento de los requisitos exigidos, segura de la “guerra” que se les avecina, a pesar del esfuerzo y la gran inversión realizada para transformar el local arrendado, de lo cual depende sus futura estabilidad.
Se evidencia además la carencia de recursos y abastecimiento estable de los productos agrícolas que debe recibir para asegurar sus ofertas gastronómicas, porque los suministradores, también TCP de las vecinas provincias de Mayabeque y Artemisa no pueden llegar a la Capital con sus productos, porque los inspectores y la policía se los impide, por lo que tiene que acudir a revendedores e intermediarios que encarecen sus costos, para satisfacer sus demandas porque el sistema estatal de distribución no las garantiza.