El Ministerio de la Construcción de la República de Cuba emitió la Resolución 205/2020 que contrae el crecimiento del sector privado relacionado a la restauración, reparación y ejecución de obras.
Las autoridades han suspendido los servicios del Registro Nacional de Constructores y Consultores hasta el regreso a la normalidad en el país, tras las afectaciones por la COVID-19.
El régimen congeló la entrega de nuevas licencias hasta 2021 y con ello coloca una pausa a cualquier probabilidad de crecimiento de la economía interna para el año próximo.
Aunque, se extienden las licencias constructivas ya otorgadas hasta inicios del segundo trimestre de 2021 en un contexto caracterizado por la escasez de recursos y el cierre de los servicios.
La medida impacta fundamentalmente sobre las Cooperativas No Agropecuarias de la Construcción, únicas en el sector que no fueron inducidas en su proceso de creación.
Así, se prevé el colapso de más de 60 cooperativas que hoy emplean a más de un millón y medio millón de personas, sin tomar en cuenta las repercusiones en otros sectores de la economía.
El impacto traerá consigo una disminución de las inversiones en el turismo, un incremento sustancial del desempleo con afectaciones en el consumo local y los hogares.
De esta manera, se interrumpe la ejecución de la Estrategia Económico-Social que promueve Díaz-Canel para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis por la epidemia.
Es necesario el consenso de los actores políticos y gubernamentales que hasta ahora parecen divorciados, porque definitivamente urge iniciar un camino en la búsqueda de bienestar social.