Nuevas disposiciones de la empresa cubana del gas, perteneciente al ineficiente ente Cuba Petróleo, SA preocupan a la población en la occidental ciudad de Matanzas, Cuba. La venta liberada de gas licuado en cilindros (balitas) de GLP doméstico de 10 kilogramos sufre las consecuencias de una economía nacional que no logra sostenerse.
La organización empresarial informo a los consumidores que las balitas liberadas mantendrán su precio de 110 pesos (moneda nacional), pero que sólo se podrá adquirir una en un ciclo de 60 días. Medida esta que va muy en contradicción con el concepto del contrato de venta liberada. La razón esgrimida es la falta de producto en la envasadora. Resulta que hay poco gas licuado.
Este observador económico llama la atención en que esta modalidad de comercialización de gas licuado liberado como combustible domestico es parte de un experimento que se realiza en determinadas localidades del territorio nacional por lo que todo indica que no se hará extensivo. La práctica internacional y los costos operacionales cubanos demuestran la factibilidad tecnológica y ambiental de este producto.
Ante esta nueva medida los consumidores protestan en los puntos de ventas exigiendo a los empleados, que no tienen respuestas, que eleven la inquietud. Algunos consumidores plantean que van a reclamar al gobierno y otros que irán directo a ver al delegado de la zona. «No es posible que se continúe maltratando y apretando al pueblo. ¿Hasta cuándo?” Comentó muy disgustada una anciana que estaba en cola con la balita montada en un coche de niños. La crisis económica no escapa a ninguna parcela de la economía cubana. En este caso, es la petrolera.