El régimen cubano anunció el regreso a fase de trasmisión local autóctona de la COVID-19, situación que limita el intercambio comercial en el país y pone en riesgo al sector privado.
En tal sentido, el gobierno provincial de La Habana dispuso incorrectamente la suspensión temporal de las actividades para el ejercicio del trabajo por cuenta propia.
Se aplicó nuevamente el Artículo 24 de la Resolución 103/2019 sobre “Reglamento para el Ejercicio del Trabajo por Cuenta Propia” del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Por el contrario, ante epidemias debe implementarse el Apartado Cuarto de la Resolución 427/2019 del Ministerio de Finanzas y Precios que exceptúa del pago de impuestos a los cuentapropistas.
Se reduciría o limitaría temporalmente el pago de la cuota anticipada del Impuesto sobre Ingresos Personales y la cuota consolidada mensual, sin tener en cuenta otros tributos.
El incumplimiento reiterado de lo previsto en las disposiciones legislativas, vuelve a dejar vulnerables a estos trabajadores y sus familias por varios meses en un mismo período fiscal.
La afectación impacta sobre 450 mil negocios que a pesar del cierre han debido continuar abonando impuestos y no cuentan con capacidades de recuperación a mediano plazo.
Los servicios de transporte y gastronomía han sufrido los mayores daños, sin dejar de mencionar al sector de alojamiento que perdió su papel preponderante en el mercado nacional.
Es necesario tener en cuenta estos elementos para futuras modificaciones al marco regulatorio, permitir la recuperación progresiva y ordenada de los privados.