Ante el inminente regreso a las aulas el próximo 5 de septiembre, los padres y madres de la isla han comenzado nuevamente a hacer patente, mayormente a través de las redes sociales, su molestia y frustración ante la imposibilidad de satisfacer las necesidades materiales básicas de sus hijos, relativas al ámbito escolar.
En medio de la significativa inflación que atraviesa el país, como parte de la crisis económica de los últimos tiempos, los materiales y otros artículos escolares básicos han alcanzado precios “astronómicos” dentro del mercado informal.
Por esta razón, resulta comprensible la franca demostración de inconformidad y angustia por parte de los padres y otros adultos responsables, al cuidado de menores, frente al valor actual de productos imprescindibles tales como mochilas, merenderos, tenis, medias, etc.
Y es que, sumado a los exorbitantes precios que demandan estos insumos ( actualmente, las mochilas oscilan los 3000 CUP, los tenis rondan los 4000 CUP y los merenderos, de 1000 a 1500 CUP) se hace necesario también la compra de los clásicos artículos de oficina (libretas, lápices, gomas, etc.) que, como se había comentado en otra ocasión, el Ministerio de Educación no garantiza a totalidad.
Así que, con el inicio del curso escolar, iniciará también la cíclica etapa de retos y sin sabores a la familia cubana, la misma que cada día debe sobreponerse al gris panorama que rodea, también, a la infancia en Cuba.