Gobierno cubano sacrifica al sector privado para iniciar la dolarización de la economía, pero esta vez bajo el control de GAESA.
El proceso inició limitando las operaciones de venta mayorista en pesos cubanos (CUP) a las mipymes, cooperativas y cuentapropistas comercializadores.
Tras ello, la apertura de tiendas en divisas en el sector del turismo donde sólo se aceptan pagos a través de tarjetas internacionales y efectivo.
Si bien acceden a cobrar a tarjetas nacionales no nominativas, niegan los pagos con tarjetas en MLC emitidas por los bancos nacionales.
Lo anterior se debe al respaldo financiero que brinda FINCIMEX a la tarjeta de incentivos «Clásica» para las compras en el sector turístico.
Obsérvese quienes son los emisores de dicha tarjeta: las Casas de Cambio (CADECA) y el Banco Financiero Internacional (BFI).
Ésta permite la compra de combustibles, bienes y servicios ofertados por SERVI-CUPET, Gaviota, Cimex, Tiendas Caribe, así cómo Trimagen.
Y recibir remesas a través de la pataforma Tocopay, que recepciona las transferencias en el exterior y evita la banca nacional.
Véase cuanto utilizan la fórmula de pagos en el exterior, desarrollada por los privados ante la falta de divisas en el mercado.
Resumiendo, todos los implicados pertenecen a GAESA y la tarjeta «Clásica» actúa en operaciones dentro del propio grupo.
GAESA también controla Servicios de Pago Red S.A (REDSA), y con «Clásica» monopoliza el mercado en Monedas Librementes Convertibles (MLC).
La nueva política de Marrero subordina los privados al emporio GAESA, a la que presenta ante el Parlamento como empresa estatal socialista.
Resulta interesante, el conflicto de intereses en el Primer Ministro y su relación con GAESA, influyendo indebidamente en su desempeño público.
Su mala praxis ha eliminado toda posibilidad de captación de divisas por los bancos Metropolitano, Popular de Ahorro y de Crédito y Comercio.
Y sin una salida a la crisis aumentará la brecha de desigualdad social, incrementando males como el hambre y la violencia.
Quedó atrás aquel 1ro. de Enero de 2021, donde en tramisión televisiva el Presidente iniciaba la unificación monetaria y cambiaria.