El gobierno cubano aumenta gradualmente los mecanismos de control para la contratación laboral de personal por tiempo indeterminado para labores discontinuas o cíclicas.
De esta manera el Consejo de Ministros aprobó el Acuerdo 9724/2023 que impacta sobre actividades agrícola, productos lácteos y cárnicos, cervecerías; así como, la comercialización.
Tal medida regula desde los cargos y hasta los trabajadores que abarcan éstos ubicados en las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial y Empresas al interior de la Isla.
La intención de las autoridades es controlar el mercado laboral y abaratar los costos de mano de obra en sectores relacionados a la industria alimentaria de la empresa estatal socialista.
Sin embargo, los procesos de toma de decisión centralizada están lejos de satisfacer las demandas y reducen el papel de los sindicatos a una participación cada vez más formal.
En el contexto se observa una caída del empleo en entidades estatales y el abandono de los directivos en ellas; además, de un trasvase hacia el sector privado nacional.
Vale reflexionar sobre el derecho al trabajo porque éste es la base para la realización de otros derechos humanos, para una vida plena con dignidad y sin discriminación.
Las circunstancias son propicias para reformar el Código del Trabajo de la República de Cuba, adecuándolo a la convivencia de privados y públicos e intereses de inversores foráneos.
Hay que insistir en volver la mirada a los valores de la Economía Social de Mercado para avanzar hacia una política de empleo dinámica en alianza con las necesidades del mercado interno.