El gobierno cubano sorprende y pone freno a las micros, pequeñas y medianas empresas privadas; pese a un déficit fiscal que asciende a 75 827 000 000 de pesos al cierre de 2022.
Meisi Bolaños – Ministra de Finanzas y Precios – anunció la unificación del régimen de tributación para los cuentapropistas y el reconocimiento de nuevos valores mínimos de ingresos.
Así como; la eliminación de los beneficios fiscales a la totalidad de mipymes que se constituyan a partir de 2023, modificando la base imponible del impuesto sobre el total de las ventas y servicios.
Ofertó el acceso al mercado cambiario en MLC por el sector privado y la utilización de su tasa en operaciones de importación; aunque, dichas cuentas no poseen liquidez.
Sin embargo; las nuevas propuestas no contribuyen a captar ingresos suficientes para sostener las partidas de gastos públicos en el Presupuesto del Estado durante el 2023.
Las agresivas medidas frente a la aguda crisis económica y social, desestimulan a los empresarios nacionales; al mismo tiempo que, no ofrecen garantías a los inversionistas y contraen el PIB.
La funcionaria obvia que en el próximo año un significativo número de mipymes comenzarán a pagar impuestos; por tanto, se ha de experimentar una notable reducción del déficit fiscal.
Y es de suma torpeza presentar a los diputados un Plan del Presupuesto del Estado para el año 2023 con déficit de 68 126 600 000 pesos, a financiarlo con el endeudamiento del país.
En resumen; se obtendrá superávit al cierre de los ejercicios fiscales anuales cuando se reduzca el gasto público no social, tras el trasvase de la burocracia hacia las formas de gestión privadas.