Desde el mes de mayo del presente año, el atraso en la distribución de café a través de la libreta de abastecimiento, ha generado en la población cubana, profundo malestar que ha ido en aumento, tras cinco meses sin el producto.
La ausencia de tan preciada bebida ha venido a ser, sin lugar a dudas, el acontecimiento que de manera psicosocial ha afectado más notablemente a una población que ya va familiarizándose cada vez más, con las continuas desapariciones, disminuciones o “atrasos» de los productos normados.
Sin embargo, pese a la resignación y desesperanza de muchos consumidores, otros tantos continúan dando visibles muestras de inconformidad, basadas mayormente en la venta paralela y un tanto paradójica, de una extensa variedad de café, en las tiendas estatales que comercializan en MLC.
Triste realidad que golpea visiblemente a millones de cubanos que no pueden ni por asomo, adquirir este o cualquier otro producto de primera necesidad que se venden en una moneda inalcanzable para tantos; y que los priva nuevamente de otro de los pocos alimentos de su precaria dieta, incapaz de ser sustituido por leche, yogurt o jugos naturales.
Pese a todo, y según declaraciones de medios estatales con respecto a la situación actual del Café Hola, no parece avizorarse solución a corto plazo para tan sentida carencia; entre tanto, el cubano corriente debe continuar despertando cada día con el reto de encontrar algo con que sustituir el añorado “traguito” de café.